lunes, 1 de febrero de 2016

Ruta a Mora desde Toledo

Ruta al castillo Peñas Negras de Mora







El pasado 30 de enero de 2016 decidimos hacer la ruta a Mora por primera vez y sin haberlo intentado antes. Sobre plano localizamos el recorrido y nos aventuramos.
 
Amaneció el día entre nieblas aunque no muy espesas. Parecía que iba a abrir de un momento a otro, por lo que no lo dudamos en prepararlo todo y nos ponernos en marcha.
 
Salimos de Toledo sobre las 10:18 horas y tomamos dirección de subida a Nambroca. Cruzamos la localidad y cerca de la sierra nos dirigimos hacia Almonacid llevándonos una grata sorpresa cuando por primera vez, después de muchos intentos pudimos acceder a la Ermita de la Virgen de la Oliva que se encontraba abierta.


 
 


Tras visitar la Ermita nos dirigimos a la localidad de Almonacid donde repusimos agua que habíamos dejado olvidado en Toledo por las prisas.
 
A partir de Almonacid todo era nuevo, ya que nunca habíamos ido más allá.
 
Iniciamos desde Almonacid por el camino que nos debería de llevar hasta Mascaraque, localidad que cruzaríamos por la parte alta, dejando la visita para la vuelta, dependiendo de como fuésemos de hora.

 
 
 
Tras cruzar Mascaraque tomamos dirección hacia nuestro destino, Mora. No tardamos mucho en llegar puesto que ambas localidades se encuentran a corta distancia. Cruzamos Mora por el centro y llegamos al punto de salida BTT donde pasamos el día con Julio Garvía en el BTT de fecha 31 de octubre de 2015 en Mora. Simulamos el recorrido que realizaron, pero tuvimos que rectificar ya que habíamos tomado inicialmente el camino erróneo dirección al pantano Finisterre.
 
 
 
Después de corregir la ruta, ahora sí, tomamos la dirección correcta al castillo de Peñas Negras. Subimos las primeras rampas hasta el inicio del camino de ascenso y una vez allí, como íbamos con fuerzas suficientes, a pesar de que teníamos que tener en cuenta el camino de regreso, decidimos que había que subir ya que habíamos llegado tan lejos. Era una oportunidad que no podíamos dejar pasar.
 
Con decisión empezamos la subida del tortuoso camino de ascenso entre piedras y tierra suelta, y fuertes rampas que ya había subido nuestro amigo Julio Garvía y que solo la idea de emularlo, nos daba más fuerzas para intentarlo, hasta que al final conseguimos llegar hasta lo más alto.
 
 
Hacíamos hecho cumbre en otra de las míticas sierras.
 
 
  
 
Una vez nos hicimos las fotos de rigor para recordar el momento, comenzamos la ruta de regreso a Toledo.
 



 
Frío intenso en el descenso, puesto que el sudor del esfuerzo en el ascenso se vuelve helado al bajar a gran velocidad hasta llegar a Mora. Volvimos a cruzar Mora por su plaza y llegamos a las afueras para buscar el camino de regreso a Mascaraque.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El frío aire de enero no nos abandonó en toda la jornada ya que la niebla alta con la que comenzamos no terminaba de despejarse por lo que el sol a penas calentaba. 
 
 
 
 
 
 
Llegamos de regreso a Mascaraque y como íbamos dentro del horario previsto, cruzamos por el centro del pueblo para visitar por el exterior la Iglesia y el castillo.
 


 
Salimos de Mascaraque de regreso a Almonacid. Los caminos no estaban en muy mal estado a pesar de las lluvias y las nieblas de días anteriores, salvo en sitios concretos, pero no muchos.
 
Asi llegamos de nuevo a Almonacid donde repusimos de nuevo agua y continuamos nuestro recorrido hasta Nambroca, en cuyo descansadero de la Ruta del Quijote paramos brevemente para comer algo y antes de quedarnos fríos continuar.
 
 
Tras reponer fuerzas y viendo que aún nos quedan reservas, ampliamos la ruta de regreso como ya hicimos la semana anterior, pasando por Burguillos, Cobisa y Toledo, regresando al Polígono por la Vía verde del Tajo.
 

 
Al final una ruta de records, 103,5 km recorridos en 07:24:36 horas con un desnivel de 934 m y la satisfacción de haber hecho cumbre en otra de las sierras míticas que circundan Toledo, la sierra de Mora.
 
 
Un objetivo más cumplido y ahora a por otro reto que volveremos a compartir en el blog.